Desaparición de mujeres en México: un análisis de la crisis
La desaparición de mujeres y niñas en México ha alcanzado un punto crítico. No estamos ante incidentes aislados, sino frente a una crisis estructural de violencia feminicida que exige una respuesta contundente e inmediata. Cada día, 80 mujeres y niñas desaparecen, víctimas de un sistema que falla en protegerlas.
Este horror es alimentado por una combinación letal: violencia de género, crimen organizado, impunidad rampante y la creciente amenaza de la violencia digital.
Las cifras son un grito desesperado: más de 29,000 desapariciones en solo cinco meses, con miles de menores aún sin localizar. Adolescentes son captadas por redes de trata, mientras la violencia digital facilita el acoso y secuestro. Además, la normalización de la violencia y la estigmatización de las víctimas silencian las denuncias.
La impunidad y la falta de respuesta estatal son factores agravantes. La ausencia de investigaciones efectivas y la descoordinación institucional crean un ambiente propicio para la repetición de estos delitos. Organismos internacionales han señalado que el Estado mexicano no cumple con las recomendaciones para prevenir y atender estas desapariciones.
La violencia digital y el acoso en línea también contribuyen a esta crisis. La ONU alertó en 2025 sobre el rápido crecimiento de estas agresiones, que pueden facilitar el contacto entre agresores y víctimas, derivando en desapariciones físicas.
Ante esta situación, es imperativo que el Estado mexicano asuma su responsabilidad y garantice el derecho a la vida y seguridad de las mujeres. Se necesitan políticas efectivas, investigaciones exhaustivas y un compromiso real para combatir la violencia de género en todas sus formas.
¡Basta de excusas! ¡No podemos permitir que más mujeres desaparezcan!






