Gerardo Fernández Noroña vivió un momento peculiar al intentar aclarar la polémica por sus comentarios sobre Grecia Quiroz, alcaldesa de Uruapan. En una rueda de prensa donde buscaba responder a acusaciones de misoginia y violencia política de género, se encontró con la ausencia total de medios. El senador lo interpretó como una "campaña insidiosa" para perjudicarlo.

Noroña negó rotundamente haber atacado a Quiroz, viuda del exalcalde Carlos Manzo, por ser mujer. Según él, sus críticas –acusándola de "ultraderechista" y de ambicionar la gubernatura– fueron meramente políticas. También reclamó que sus críticos ignoren otros casos de violencia o campañas mediáticas, señalando una posible doble moral.

El tema llegó a la sesión por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, donde legisladoras opositoras lo acusaron de violencia política de género por descalificar a Quiroz. Noroña respondió que la alcaldesa actúa por intereses políticos y que intentó defenderse "institucionalmente", pese a la falta de cobertura de la prensa.

La ausencia de los medios en la conferencia genera preguntas sobre cómo se maneja la información y si existen estrategias para influir en la opinión pública. Al hablar de una campaña en su contra, Noroña insinúa que hay fuerzas que buscan silenciarlo y distorsionar lo que dice.

Este incidente subraya lo complejo que es el debate sobre violencia política de género. Es crucial analizar con cuidado las palabras y acciones de los políticos, evitando juicios rápidos. Es vital que todas las voces se escuchen y que el diálogo político sea siempre respetuoso y constructivo.